COMPETENCIAS DE LOS AGENTES IMPLICADOS EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE
1. Docente:
es el que planifica y desarrolla la acción formativa.
2. Tutor:
es el encargado de resolver las dudas y realizar el seguimiento de los alumnos.
No solo planifica la acción formativa, sino que acompaña a los alumnos durante
todo el proceso.
3. Administrador:
es el que controla los aspectos técnicos del medio en el que se imparte la
formación, y debe también resolver las
dudas de los alumnos a este respecto, es decir, proporcionar soporte técnico.
4. Coordinador:
se encarga de las labores administrativas, de regulación y coordinación. Por ejemplo, se encarga de
organizar horarios, convocatorias para los exámenes, matrículas, ect..
5. Tutor de formación
en empresa: algunos programas de formación, deben incluir un bloque
de horas prácticas en un entorno laboral real, al final de la formación teórica. El tutor de formación
en empresa, se encarga de que estas prácticas se realicen según la
normativa y también guiará al alumno
proporcionándole sus conocimientos prácticos durante este proceso.
Desde un enfoque operativo, el formador, además de
planificar y desarrollar la acción formativa, debe:





Si no lo hiciera, y sólo realizara una evaluación
final, podría encontrarse con un fracaso escolar estrepitoso por sorpresa y ya
sin solución. Así mismo, estas evaluaciones también son útiles para los
alumnos, que podrán comprobar su propio progreso o sus carencias, antes de que
sea demasiado tarde para ponerles remedio.
Orientar: en la formación con adultos, los alumnos generalmente persiguen el hecho de mejorar y ampliar su curriculum, con el objetivo de reincorporarse al mundo laboral o de poder ser más profesional y competitivo en su trabajo actual. Por tanto, el papel del formador debe también abarcar esta área de orientarlos hacia posibles salidas laborales en relación a la materia que se está impartiendo y a la situación actual del mercado de trabajo en esa ciudad y/o país. Esto ayudará también a que los alumnos puedan visualizar sus metas y objetivos con más claridad e influenciará por tanto, en su motivación a lo largo de todo el aprendizaje.

Orientar: en la formación con adultos, los alumnos generalmente persiguen el hecho de mejorar y ampliar su curriculum, con el objetivo de reincorporarse al mundo laboral o de poder ser más profesional y competitivo en su trabajo actual. Por tanto, el papel del formador debe también abarcar esta área de orientarlos hacia posibles salidas laborales en relación a la materia que se está impartiendo y a la situación actual del mercado de trabajo en esa ciudad y/o país. Esto ayudará también a que los alumnos puedan visualizar sus metas y objetivos con más claridad e influenciará por tanto, en su motivación a lo largo de todo el aprendizaje.
Comentarios
Publicar un comentario